(va dedicada a un par de personillas que siempre me inspiran y me dan fuerza para seguir adelante)
Llevo mas de un año sin ponerme a escribir, razón por la cuál me resulta raro hoy ponerme a hacer esto. No sé si será la tranquilidad de llevar tanto tiempo encerrado por estar enfermo y tomarme el tiempo para replantearme muchas cosas o si será simplemente por que la vida me ha confrontado con cosas nuevas que me hacen replantear un par de cosillas de mi filosofía de vida. Pero la cuestión, es que siento la necesidad de explayar lo que últimamente anda vagando por mi cabeza, sigilosa pero de manera imponente como un pensamiento recurrente:
"¿No estaré dejando las oportunidades pasar por lo que ya debo haber perdido?"
Cuando lo pensé por primera vez, fue impactante, pero para tranquilizarme intenté restarle importancia para concentrarme en otras cosas. Y pasó lo obvio: No pude sacarme esa pregunta que contaminaba mi pensamiento. Era como una peste que me mantenía intranquilo. Todas las noches antes de dormir, lo repensaba un poco mas como para intentar darle una última vuelta de tuerca que me permitiese tranquilizar la cabeza. Pero esa última vuelta nunca llegaba.
Así es como me dí cuenta que realmente estoy abandonando tantas cosas que se me van presentando diáriamente en forma de oportunidades, por quedarme vagando en el pasado, en lo que perdí, en lo que pudo ser y en lo que no fue. Me convierto en Penélope esperando a Ulises o en la loca del muelle de San Blas que esperanzada, iba todos los días al muelle a ver si su prometido volviese como lo dijo. ¡Y mierda! ¿Cuántas veces me habrá pasado eso en mi corta vida? ¿ Cuántas veces me martiricé por no haber tomados las desiciones correctas?
Y es ahí cuando se me prende la lamparita y comienzo a darme cuenta de una realidad: Siempre que decidí, siempre que opté, hasta cuando me dejé llevar por los impulsos, lo hice por que era lo que consideré correcto y lo que creí que me llevase a un mejor vivir. Sí, no siempre me llevan a un mejor vivir. Pero en la vida no todo depende de mis elecciones o circunstancias. La realidad es mucho mas compleja y puede que las cosas no salgan en función de lo que planeaba.
Y es en ese momento, cuando me percato de que realmente no tiene sentido quedarme enredado en mis problemas del pasado, en lo que no fue y en lo que no será. La vida contínuamente me sigue dando oportunidades para que siga optando por un mejor vivir. Y lo que es mejor: ME SIGUE DANDO OPORTUNIDADES PARA SEGUIRME ELIGIENDO.
La cabeza muchas veces nos juega muchos malos trucos: "no valés nada" "estás solo" "no vas a poder" y tantos pensamientos de esa forma que te tiran abajo. Pero es solo eso. Un mal truco de la capocha que simplemente trata de protegernos de cosas de la vida que son cotidiana y que nos hacen mal. Pero es importante no quedarse con eso. No quedarse paralizado ante una visión de fracaso que no es correcta. Y no lo es por que en todo momento nos enfrentaremos a oportunidades que nos permitan revertir las cosas. Poner cada cosa en su lugar y su momento. Darle algún sentido o significado. Y hacer lo que mi amiga Rosana dice en la letra de su canción: La vida es un trazo y un borrón.
Estoy segurísimo que tendré muchas oportunidades en mi vida para seguirme replanteando estas cosas, incluso, quizás hasta me vuelva a ver preso de enredarme en la nostalgia de lo que no fue. Pero lo será solamente por que soy humano y me puedo equivocar; pero confío en que seguiré teniendo oportunidades para permitirme ser libre y optar por SEGUIRME ELIGIENDO. Elegir aquello que alimenta mi alma, mi espíritu y me permite estar mejor. La nostalgia es parte de mi vida, pero no es mi vida. La vida corre y no deja momento para que siga recogiendo lo que se me va cayendo de la mochila que cargo. Quizás simplemente se caiga para eso: Para permitir sentirme mas ligero y dar lugar a lo nuevo que está por venir.
Hay que permitir dar lugar a lo nuevo, a lo que se viene y restarle importancia a lo que se nos vaya cayendo. Por que valemos mucho mas de lo que ya-no-somos y de lo-que-no-seremos. Valemos por lo que SOMOS y eso, es lo que me permite mantenerme en pie para seguirla en la lucha.
