Hola Mr. Journal, si soy yo de vuelta, ¿alguna vez se preguntó que es la soledad? Yo la verdad que no, pero de algo de lo que si estoy seguro es que he sentido, vivenciado y experimentado lo ingrato que es sentirse solo. Muchas veces tuve miedo de estar solo, otras sentía la necesidad de estarlo. He pensado en lo que sería realmente estar solo toda la vida, pero sería una vida vacía, sin nadie con quien compartir los sentimientos, vivencias, experiencias, sin nadie a quien decirle te quiero, sin un hombro donde llorar, sin esa mano que saluda, sin historias que oír, sin ese abrazo que te recuerda lo hermoso que es vivir, sin ese beso que los labios sienten la necesidad de dar, en fin, la soledad de estar solamente con uno mismo. No necesito de estar sin nadie para estar solo, puede que esté rodeado de miles y miles de personas y a la vez sentirme solo. Es interesante pensar como uno puede sentirse solo cuando estamos rodeado por seis mil millones de personas que habitan este mundo, ¿será porque cada una de estas personas es un mundo que aún no conozco? A veces pienso en la posibilidad de que el día del mañana no tenga nadie a mi lado y realmente me angustia, y no por lo que representa la soledad, sino por el hecho de que no tendría a nadie que fuese testigo de mi vida, alguien a quien contarle mis historias (por cierto la historia es la representación del pasado a través del hoy), agradezco a aquellas personas que me sacan de mi nube de soledad y me arrancan del cielo para traerme al mundo para darme cuenta que hay muchas personas que me quieren. Pero… realmente ¿qué es la soledad? Es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto con un alto riesgo de quedar completamente enamorado de ella. La soledad soy yo. Es la gota de la llave del baño que olvidaste cerrar y que no quieres apagar por no sentirte solo. Es como un suplicio ingenioso de la naturaleza que hace encontrarnos con nosotros mismos para valorar a los demás. Es un espejo que no miente. Es ese montón de sonidos que nadie escucha pero que hace mucho ruido. La soledad es ese hoyo en el tiempo que nos lleva hacia el pasado. La soledad es ese beso que se desperdicia en la almohada, el ver la sombra y la silueta de alguien que ya no está. La soledad es una malvada insoportable pero maravillosa que da gusto no se bien porqué. Es entender por fin que no hay mejor compañía que la soledad. Es el velorio de un día que se fue. Es recordar aquél beso que algún día di, aquél abrazo que recibí de alguien que ya no está. Es mirarme hacia dentro y darme cuenta que quizás nunca fui el mejor ni el peor. Es leer la carta que me escribió alguien que una vez me amó. Es extrañar los momentos en que estuve con alguien. Es revivir el pasado con alguien que no es más que yo. Es valorar todo aquellos errores que me hicieron aprender aquello que quizás algún día volveré a hacer. Es despertarse de un sueño que nunca ocurrió. Es tomar el café de la mañana conmigo. Es caminar a través de la melancolía y la memoria. Es renunciar a salir de mi casa para conocer rincones de mi ser. Es pedir perdón al pasado y abrir la puerta a nuevos enemigos. Es abrir los regalos de navidad y recordar lo mucho que ha pasado el tiempo. Es joder a la vida y avivar a la muerte. Es una oración que elevo a Dios pidiendo y agradeciendo la compañía. Es terminar un camino y comenzar otro. Sí para mi esto es la soledad, y realmente no deseo estar solo, pero tampoco acompañado, no se si porque estoy acostumbrado a ella, o porque tengo miedo de estarlo. Desde hace mucho tiempo he aprendido a convivir con la soledad, pero también comienzo a anhelar las ganas de compartir con alguien el contemplar las estrellas y darse cuenta la inmensidad del universo y sentirse realmente diminuto y solo. Me gustaría que aparezcas, me abraces, me beses y me digas lo mucho que me amas. Me gustaría encontrarte porque estoy cansado de buscarte. Tú, mi amor de toda la vida, aquél que me entiende, me comprende, siente lo mismo que yo ¿Dónde estás que no apreces por ninguna parte? He estado acompañado últimamente, y es más, he recibido todo esto que deseo… pero no he llegado a amar ¿Será que soy muy pretencioso? No lo creo, quizás si un poco, pero tengo las esperanzas de encontrarte a pesar de que mis ilusiones no sean más que una utopía, hay veces en la que fantaseo con la posibilidad de encontrarte y decirte lo mucho que te necesitaba. No es que esté realmente desesperado, es mas mi vida va muy bien encaminada ¿o será acaso que aún no te debo encontrar porque aún no he aprendido a amar? Quizás sea así, y espero que así sea, porque la vela de mi esperanza se apaga poco a poco y empiezo a preguntarme si tendré que empezar a convivir realmente con la soledad, de continuar con mi vida como aún sigue, en fin seguir en mi camino hacia mi autorrealización con las pocas esperanzas de que aparezcas. Y si… no queda otra… Te espero, eso sabelo.

Prologo de Ricardo Arjona y Desarrollo de Burán Andrés Martín


Acompaño este video con las frases de Arjona que aquí puse para que puedan ver lo que dice él y lo que yo agregué: http://www.youtube.com/watch?v=31QVgQLIhfo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...se le va agarrando el gusto con un alto riesgo de quedar completamente enamorado de ella...
mi frase favorita entre otras jeje pero cuando sup de esta se le agarra el truco para q no se adueñe de uno! XD

Agus! dijo...

la soledad muchas veces es la mejor compañia... yo aprendo y disfruto mucho de ella. es testigo de mis miedos, dudas. justametne no le temo a quedarme con ella sino a que ni en ella me encuentre... Agus!

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